POLITICA y POLITICOS .-

Por: Alfredo Estrada Zavaleta.-

Tras siete meses de gestión gubernamental, los representantes de partido oficilista y sus agregados, con las precisiones de las empresas encuestadoras y el festín de los destapes; asumen hoy por hoy, que sus funciones y responsabilidades, se circunscriben al sentir del protagonismo a ultranza y aquellas posturas de ocupar los puestos de la administración publica, sin reparos.-

Así: Salud, Educación, Industria, Relaciones Exteriores, Interior y otras que tal vez tengan lugar a futuro, constituyen en nuestros días, la imagen clara y foco de la picardía crónica de algunos dirigentes; quienes a golpe de pecho y las justificaciones de rigor, insinúan con gesto de incrédulos personajes, ya signados en el poder, la franca novedad de la moralización y la defensa de los intereses del país, despertando un poco tarde desde los vítores del triunfo en contraste con la realidad nacional.-

En tanto, todos los cuestionamientos, protestas y huelgas de cualquier sector publico, bajo el imperio y óptica de los residentes de turno; son producto de la mezquindad colectiva y carecen por ello del respaldo popular, que impiden la ejecución de las políticas liberales y sociales y tal vez los destellantes afanes del líder. Aunque también esa fijación absurda y determinante en estos grupos, fuera ese vital clima electoral que no abandonan y les reporta subsistir a punto de promesas y situaciones habidas por obra de nostálgicos regimenes en la pérdida e ilusa bravata del fujimorismo (de conspicuos asesores, restricciones en los servicios públicos - agua y energía -, burocracia, las campañas de sicosociales de sus serviles brocasters y seudoperiodistas, los traumáticos shocks económicos y otras) del pintoresco fujimorismo y la novela de Toledo (artífice de la estabilidad económica actual). Señores, son Gobierno democrático para el periodo 2006-2011, no simple dictadura fascista; piénsenlo por favor, no es el espectáculo de unos meses.-

Esperemos pues, con esperanza que las manifestaciones de la patética y compulsiva realidad peruana, vista en las informaciones de los medios de comunicación masiva y el enfrentamiento interno de militantes del glorioso partido con sus aliados y famélicos derechistas; no sea, el contexto propicio e inmediato para la concesión de favores políticos a otros de acuerdo a su supuesta experiencia en el ramo y demás por la ausencia de cuadros calificados, que apuesten por el Perú y tengan su debida oportunidad. Ojala que como va las cosas, no seamos participes de la hiperinflación galopante de 1989, la ruptura con los organismos internacionales de crédito, estatización de la banca, el neopopulismo; aunque este garantizada la oferta de productos y servicios, por la gran competencia existente en el mercado y la globalización del siglo XXI.-