DISCURSO POLÌTICO Y ESTRATEGIA TEMPORAL
Por: Alfredo Estrada Zavaleta.
En escenarios políticos como Grecia y Roma, brillaron por su elocuencia y persuasión varios notables pensadores, los que bajo las proclamas de expansión territorial y visos del reclamo popular; demostraron con meridiana influencia en los algunos sectores del poder, la validez de sus ideas y por supuesto, gozar de un status favorable para si y su entorno familiar.
La época medieval y el modernismo del siglo XVIII, surgió del plano de discusión política y se basó en los criterios de la Contrarreforma y el ascenso de la clase media, integrada por comerciantes e intelectuales; buscando nuevos modelos y estructuras de Gobierno, que inclusive generaron en el fervor patriótico y social, sucesos que todos conocemos en las Revoluciones y sus efectos a nivel mundial.
A partir del siglo XIX, tras la crisis económica-política en las principales regiones europeas y la emigración hacia América; las nuevas repúblicas independientes, convendrán a través de sus lideres y opositores, la inevitable acumulación de riqueza por motivo de alianzas y fuerza militar o en caso contrario, el sacrificio de miles de mestizos e indígenas, ante la depredación de sus territorios y explotación generalizada.
El influjo de las corrientes imperantes del siglo XX, llevó al radicalismo extremo plasmado en las guerras y las conflagraciones dirigidas; determinadas por la sed del exterminio étnico y en otras por el dominio estratégico en las principales zonas del planeta. Al parecer, los competidores de la tecnología, la industria militar, el espionaje y la producción a todo nivel; ya en la primera década del siglo XXI, dejaron atrás este enfrentamiento, obligados por el mejoramiento de sus propias sociedades. Sin embargo, todavía quedan esos rezagos de antiguos aliados menores, que hoy persisten en el dominio del Poder; anclados por las armas en su demencial idea al evocar los tiempos de la colonización, ya no por extranjeros sino ante sus compatriotas.
Mas, el arte de la Política en las democracias y las dictaduras; adquiere un valor esencial por el empleo de los denominados discursos, una suerte de fórmulas de gran impacto, destinadas a cautivar al seguidor o elector, ya en la doctrina partidaria o manejar sus emociones a través de consignas y juego de palabras con respuestas anticipadas, que los motivadores y la parafernalia de imágenes y sonido aseguran y consolidan, mediante las actividades electorales. En rigor, la estrategia que por siglos convence, en las instancias Legislativas (Senado, Congreso, Asamblea) y bajo cualquier forma de Gobierno; no por ello, incorpora componente de naturaleza: Lingüística y temática, asumidas con el uso de la retórica griega y dialéctica platónica.
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