INTERPRETACIÓN
VOCAL Y OPORTUNIDAD.
Por: Alfredo Estrada Zavaleta.
Las primeras expresiones
orales del Ser Humano, estuvieron enmarcadas en los planos de la imitación de
sonidos de la naturaleza e intento de comunicación con sus pares; guiadas bajo
un espíritu mágico y literario de su realidad especifica, cuanto el cultivo de
la improvisación melódica y rítmica del sistema musical de cada cultura. En
significado de sus particuridades de composición e interpretación (modos y géneros),
fue el repertorio Greco-romano, monofónico en esencial; el que recogió los
aspectos más importantes de Oriente y Occidente, por su expansión geográfica y
enriquecido soporte instrumental. Con los cantos religiosos de la edad media, los
anthem anglicanos y el devenir de las épocas (barroca, clásica y romántica); las
formas de ejecución vocal, adquirieron un mayor grado de dificultad, tanto para
los solistas y grupos, fijados en función del registro alcanzado y las
ornamentaciones de estilo, con proyección a la polifonía.
Posteriormente y con el
surgimiento de las corrientes del fonismo, dadaísmo, impresionismo,
postmodernismo, conceptual, hippismo, punk, pop art y otros; hubo cambio
radical en cuestión de las estructuras y principios musicales, originando otras
formas de creación y apreciación del arte, con el empleo de múltiples recursos electrónicos
y tecnológicos. De esta manera y producto de la diversidad cultural y las
fusiones de ritmos, el canto está sustentado en otros aspectos, con notoria
influencia de tradiciones y variados esquemas acústicos ya establecidos, en
suma por: Los efectos del wop, las marcadas secuencias del rap y reggae, las exigencias
vocales del góspel y country, las típicas emisiones de los animales, la euforia
y estridencia del rock y las que surgen del fragor tropical.
En nuestra realidad, la
Formación de Cantantes y coreautas, va pues en dichos planos de interés y
disciplina de los aficionados y futuros profesionales; quienes con abnegación y
sacrificio asumen el cultivo de este arte, bajo las orientaciones de los
Maestros en los Centros de Educación Musical, denominados Conservatorios. Dicha
labor en el estudiante, comprende el estudio de las praxias y la realización de
las vocalizaciones, en los grados de resonancia, tesitura y potencia, que
conduzcan a una buena interpretación del selecto repertorio (arias, lied, entre
otras obras); lograda a partir de sonidos ligados y picados, matices y conveniente
colocación de la Voz en su respectivo registro y tipo de color alcanzado.
En general, la calidad
de la Voz se puede relacionar con la forma y el valor de un diamante, que en ocasiones solo requiere
algunos complementos, pero que en su mayor es un desafío y reto interesante y motivador para
el Maestro y el alumno; encontrando nuevas alternativas y técnicas de acción,
que permitan alcanzar notables resultados en el campo de la interpretación y el dominio
de sus facultades fonatorias. Por ello, facilitan esta actividad, la inclusión de
asignaturas como: Fisiología e higiene de la Voz, Fonética y fonología, Expresión
rítmico corporal, Desplazamiento escénico, Concierto y Opera y otras; que le permitan valorar su condición de
Solista y operador principal en la dinámica de los Coros.
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