El surgimiento de la música.

Por: Alfredo Estrada Zavaleta.

La práctica musical, surge en las antiguas culturas como lo registran los documentos históricos en razón de los ceremoniales, instrumentos y esquemas de interpretación artistica; cuanto la influencia lograda entre Occidente y Oriente, a través de sus aportes y nuevas concepciones de vida. Así, el Ser humano en la forma de imitación del canto, reproduce los sonidos de la naturaleza y a su vez rinde el culto a sus consiguientes divinidades.

Esta se inicia con Egipto, donde el estilo de vida y el fervor religioso cuenta en los tres Imperios, el empleo de la quironomia (movimiento de las manos para indicar el ritmo y giros melódicos), el canto monódico como expresión para llegar al mundo invisible, la difusión del sistro, el laúd y el arpa; asisten a los sacerdotes para vanagloriar a sus dioses, visto en los cultos de Isis y Neftis y en las graficas de los Templos de Karnak y Luxor.

En la legendaria China, apreciada en las fabulas de los Doce Liu (tubos) o Modelos Sonoros Chinos y los Armónicos Naturales del Erhu (instrumento de cuerda y base de la escala pentafonica), las ocho categorías de instrumentos por el material utilizado y el repertorio en sus distintas épocas: Antigüedad (actividades agrícolas, Corte y la religión) y el Imperio (cantos rituales y grupo coral).

En la India, ello opera con los Himnos de Samaveda y las secuencias de las escalas de siete grados intercalando 22 shurtis (distancias mayores de un ¼ tono), los aspectos del raga (melodía) y el tala (ritmo) y la improvisación en sus composiciones; donde también el sonido Om, supone el factor primario que impulsa al universo y se relaciona a cada grado con un animal. Según las regiones el repertorio se divide en: Carnatica o del sur (tradicional) e indostaní o del norte (clásica).

Grecia, insurge con la tragedias de Esquilo, Sófocles y Euripides y la aparición de los siete Modos (escalas descendentes de acuerdo al carácter emotivo: Bórico, Eólico, Jonio, Hipolidio, Frigio, Lidio e Hiperdorio), los ritmos de acentuación ternaria y cuaternaria y el empleo del aulos. Son propios los géneros melódicos de: Prosodia, Hipoquerma, Ditirambo, Pean, Treno, elegía e Himeneo y aquellos en el dominio de un instrumentos, a saber: Citarodia, Aulolia y el Lirismo Coral.

Roma, recoge los modos griegos y expone el arte musical, desde las Legiones y Bandas, los grupos de instrumentistas (cornicem, tubicem e ioculadores). Importan en estas actividades: el canto monofónico, el ritmo prosódico y la improvisación; donde la tibia se constituye en parte del acompañamiento. Son propias de las fiestas y las comedias de Plauto y Terencio.

A partir de Mesopotamia, cuenta el análisis de la longitud y proporciones para la afinación en los instrumentos, se cultiva el canto monofónico y la música tiene un carácter utilitario (torneos de lucha y culto). Se producen ciertas innovaciones en el repertorio religioso y los escenarios de interpretación, que evolucionan en las etapas de: sumerios, babilonios, asirios y caldeos. Ellas prevalecen en las pinturas de Ur y Kisch.

En la cultura japonesa, se ofrece en particulares formas de acompañamiento, periodos e influencia del Budismo. Así los géneros de mayor difusión son: Bagaki (ceremonias al Emperador), No (teatro), Ko Uta (folclórico) y Noga Uta (obras de carácter y profundidad). El koto, como instrumento de cuerda precede al solista en su canto. Durante Asuka y Nara en la llamada Ruta de la Seda; aparecen dos corrientes: Derecha (Uho) y procede de Manchuria e Izquierda (Saho) de China y la India. Igualmente se practica una música religiosa y cortesana por los denominados: Be (agrupaciones de profesionales).

Israel, desarrolla este arte a partir de las melodías y recitativos cantados del Tora en el modo dorico griego; utilizando el Sistema Ta’amim (dado en signos para los motivos y giros de interpretación). El Canto es responsorial y antifonal (dos coros alternados). De ella se advierte, la existencia de tres regiones: Yemenita (formas: litúrgica, secular y diwan), Sefaradi (comunidades judías en España) y Romaní (Europa oriental).

En Persia, aparecen en las Gathas de Zaratustra y el Sistema ideado por Baarbad, consistente en siete modos reales (khosravani), los treinta derivados (lahn) y las trescientas melodías (dastan); los elementos primordiales de esta práctica artistica.

Finalmente un recorrido histórico, que nos proporciona datos e interesantes aportes en los inicios de la música.-