TIEMPO Y ESPACIO.-

Por: Alfredo Estrada Zavaleta.-


La medición del tiempo, ha significado para el Ser Humano todo un reto y un cambio rotundo en sus estilos de vida; desde las primeras aproximaciones matemáticas y astronómicas en las antiguas culturas para determinar las estaciones, cuanto la oportunidad en los ceremoniales a sus Dioses hasta los desafíos del mundo moderno en las expectativas y explicaciones filosóficas y científicas sobre el cosmos.

Pese a la existencia de herramientas rudimentarias y limitaciones en el campo ideológico; el hombre logro sortear los imprevistos e imponderables en las distintas épocas, mediante experimentos de carácter fundamental, ceñidos a una generalización que brinde una convivencia mundial mas productiva y tolerante, que ya en nuestros días se aprecia en la difusión del conocimiento, la velocidad en las comunicaciones y los positivos niveles en la calidad de vida y salud de las personas.

Sin embargo, a través del tiempo el Ser Humano con su inteligencia y perspectiva futurista; ha registrado los momentos y etapas mas importantes de su existencia en la Tierra y en proporción a un calendario hipotético, la sorpresa de hallarla simplemente expuesta en las ultimas horas del mes de diciembre, luego de largos procesos atmosféricos y evolución de las especies.

Uno de tales instrumentos fue: El reloj, diseñado en su inicio según la ubicación del Sol en las ruinas construidas de piedra, luego dispuesto en la unión de dos tubos de de arena, posteriormente con bajo un complicado mecanismo de engranajes con diversidad de formas y adornos, a continuación los digitales y los atómicos un rangos de acción muy precisos y a gran escala. En fortuna, un aspecto valido para cifrar los conceptos de puntualidad y acuerdo en la puesta de reglas para la mutua convivencia.

Otro tema determinante, fue el establecimiento del Calendario Gregoriano , llamado así por su promotor el Papa Gregorio XIII, que vino a sustituir en 1582 al calendario juliano utilizado desde que Julio César lo instaurase en el año 46 a. C. ; el cual tras un criterio estrictamente religioso, ya con las formulas exactas y precisiones de orden espacial, supone en si la posibilidad de registrar con mayor facilidad y acierto los principales acontecimientos e hitos de la Humanidad; que inclusive permite avizorar los cimientos de nuestro origen. Otros modelos son: musulmán o mahometano, chino, hebreo o judío y bahai.


Finalmente, un tema de reflexión muy interesante, que la RAI difundió en su programa: “Viajo dentro del tempo” el domingo 15 y que me motivo efectuar este comentario.-