LA FIESTA DE NAVIDAD.
Por: Alfredo Estrada Zavaleta.
Cuantos momentos de nostalgia, que forman las clásicas las reuniones familiares, los significativos argumentos de la tradición pascual, llevados en la puesta del pesebre y sus principales accesorios decorativos, sumando las melodías de estilo y la atmosfera que las ciudades lucen en los distintos escenarios públicos; pero lo esencial de estas fiestas, se vive, experimenta y renace cada año y se consolida en la posibilidad de la gente, al expresar con sinceridad y emoción: Su alegría y espontáneo saludo, ya en su hogar y en aquellas circunstancias del diario vivir.
Todo ello va, desde aquellos principales momentos de diciembre; integrados en la fe y el factor social, tal: La Corona de Adviento, el Pesebre, el Árbol Navideño y la importante Reunión de Nochebuena, que compartimos en familia. Sin embargo, otro aspecto muy simbólico, es: La entrega de presentes, que son contenido propio de la fantasía y generosidad en curiosas y simpáticas tradiciones, en suma de afecto y deferencia a nuestros seres queridos.
Lo cierto, es que es una efeméride plena de colorido y sensibilidad; que comunica a todas las personas y las une en diversas latitudes y longitudes del globo, bajo el Nacimiento de Jesús, extendiéndose inclusive a la Fiesta de Reyes de España. Queda pues, recordar aquellas líneas de la obra de Dickens; que refieren el cultivo del amor y la solidaridad como expresiones netas de nuestra Fe y condición humana, si en realidad las reconocemos y practicamos.
No comments:
Post a Comment